Autor: Trevanians
Es imposible no sentir que me colapso,
como un edificio estragado por las llamas,
cuando veo que te alejas para siempre
para no volver jamás siempre a mi lado.
Es imposible no encogerse, diminuto,
desgarrado, lacerado,
como un corazón fosilizado
en un néctar de hiel encarcelado.
¿Para qué vivir ya? ¿Para qué?
Vacío, vaciado,
como un niño sin juguete.
Una marioneta hecha de trapo.
Eras Abril y yo era Marzo,
eras la lluvia en camposanto,
un cálido abrazo de ternura,
un ruiseñor en el tejado.
Eras reír de nuevo,
sentirse amado.
Eras dos cuerpos que se funden,
éramos uno, raíz y árbol.
Pero llegó el invierno
devastando
con furor implacable
el verde campo.
La galerna juguetea
con esta cáscara
de nuez,
diminuto barco,
rasga las velas
con odio desgarrado
Sin ti no encuentro puerto,
no hay sino abismo
insondado.
Un pájaro gorjea en lontananza,
quizás empiece otro verano.